En los últimos artículos, hemos hablado de cosméticos y productos de higiene, nombrando algunos ingredientes a evitar en su composición. Hoy, os presentamos una lista muy simplificada de los ingredientes más tóxicos o perjudiciales para nuestra salud, ampliamente difundidos en la formulación de los productos de la industria cosmética.

 

Parafina

(Petrolatum, glicol propileno, vaselina, aceite mineral): conjunto de hidrocarburos derivados del petróleo, que se utiliza para crear una capa impermeable en la piel, dandole  aspecto de suavidad y tersura. Ponerse parafina en la piel es como colocar un plástico oclusivo, impidiendo la respiración de esta. Además, nuestro organismo no puede metabolizarla.

 

Lauril Sulfato de Sodio

(Sodium laureth sulfate): se utiliza como agente limpiador para hacer espuma en los productos; altamente irritante, considerado alergénico. Se absorbe rápidamente por ojos, cerebro, corazón e hígado. Su uso prolongado puede ocasionar daños en órganos internos, causar cataratas y interferir con el desarrollo de los ojos de los niños.

 

Parabenos

Utilizados como conservantes . Tienen mayor probabilidad que otros ingredientes de provocar reacción alérgica. Se sospecha que pueden interferir en las funciones hormonales del organismo.

 

Compuestos de Polietilenglicol (PEG)

Utilizados de bases en las cremas. Su efecto nocivo directo, aunque todavía no probado, está bajo sospecha. Su peligrosidad, radica sobre todo en su gran poder de penetración a través de la piel, y que dependiendo del resto de ingredientes tóxicos que compongan el producto, hará que  estos también penetren en el organismo.

 

Formaldehido

Utilizado principalmente como conservante. En el año 2004, la OMS lo declaro oficialmente “cancerígeno”. Está prohibido en cosmética; lo que hacen las firmas es utilizar otras sustancias que lo liberan, como el  Quaternium 15, Aldioxa, Alcloxa, Bronopol, Diazolidinyl Urea, sustancias con el prefijo MDM, DM,DMDM, DMHF o DEMD…

Muchos otros ingredientes tóxicos o sospechosos de serlo como el aluminio, el triclosán, las siliconas, el phenoxyethanol, el BHA y el BHT, la pfelendiamina, los ftalatos o los siloxanos nos exigen saber más sobre los productos que adquirimos y preocuparnos en leer atentamente sus etiquetas. En próximos artículos, seguiremos informando.