Con muchos años en el mercado, y cada vez más usuarias satisfechas, no nos cansaremos de recomendarla.

La copa menstrual es un recipiente en forma de campana invertida que se inserta en la vagina(adaptándose a las paredes de esta)  durante la menstruación con la finalidad de recoger la sangre en su interior. A diferencia de los tampones, la copa menstrual no absorbe la sangre, solo la recoge; ésta queda contenida en su interior hasta que se extrae de la vagina y se desecha. Una vez lavada, vuelve a introducirse. Al final de cada menstruación, se esteriliza en agua hirviendo  y se guarda hasta el próximo mes. Esto hace que cada copa pueda ser utilizada entre 5 y 10 años.

Las copas de mejor calidad están fabricadas en silicona de grado quirúrgico catalizada con platino. Esta silicona platino garantiza un nivel de higiene superior al de la silicona curada al peróxido (utilizada en la fabricación de copas más baratas y de procedencia dudosa) y es muy adecuada en elaboraciones que precisen alta resistencia y larga duración, así como ausencia de reactividad con fluidos corporales y piel. La silicona se caracteriza por ser un material inerte, completamente atóxico, inalterable, inodoro, antiadherente, hidrófobo y esterilizable a través de diversos medios por su alta resistencia a temperaturas extremas.

Son numerosas las ventajas de la copa menstrual respecto a otros sistemas como tampones o compresas desechables:

 

Salud

Las copas menstruales no arañan ni resecan las paredes vaginales. No están relacionadas con el SST (Síndrome de shock tóxico), problema asociado al uso de tampones. También podrían ayudar a prevenir problemas causados por el uso de compresas, como la candidiasis (producida por el ambiente cálido y húmedo que crea una compresa) y la cistitis (si las heces en la compresa transportan la bacteria E. coli a la uretra o a la vagina).

 

Economía

El precio inicial de una copa puede parecer elevado(entre 20 y 35€), pero a los 3-4meses, está amortizada, y solo se utiliza una en 10 años!!

 

Comodidad

Tienen más capacidad que cualquier tampón o compresa  por lo que será necesario vaciarla con menos frecuencia. Una única copa  se utiliza durante todo el ciclo, no es necesario ir cambiando de talla en función del flujo. No son incómodas de extraer durante los últimos días de la menstruación.

 

Medio ambiente

Se estima que durante su vida fértil, cada mujer consume de media unas 15000 compresas y/o tampones. Cada compresa o tampón puede tardar entre 200 y 300 años en degradarse. Además, la fabricación de tampones y compresas conlleva un alto impacto ecológico y en su degradación producen elementos altamente contaminantes.