Por fin ha llegado el verano, podemos disfrutar de las vacaciones , bañarnos en el mar y beneficiarnos así de las saludables propiedades del agua marina.  El agua de mar ofrece innumerables ventajas para nuestra salud, ya sea si la utilizamos a nivel externo como interno.

El agua de mar posee cualidades terapéuticas muy beneficiosas para el organismo humano, que eran conocidas ya en la Antigüedad por las escuelas Pitagóricas e Hipocráticas, pero el conocimiento actual fue retomado por el investigador francés René Quinton a finales del siglo XIX,  que demostró que los componentes del agua marina son los mismos que contienen las células del organismo humano, siendo la composición muy similar al plasma sanguíneo. Según Quinton, las células, para poder desarrollar sus funciones correctamente, deben disfrutar de un medio interno equilibrado como método para evitar que los órganos terminen por deteriorarse. Y ese medio interno es análogo al agua del mar.

Nuestro plasma sanguíneo contiene aproximadamente 9 gr/ l. de sales minerales (es isotónico), versus agua de mar, que contiene aproximadamente 36 gr/l (es hipertónica). El agua de mar tiene un ph alcalino, aprox. entre 8.1 y 8.4, y nuestro ph es ligeramente alcalino, 7.3 aprox.;  y así lo tiene que mantener nuestro organismo para su buen funcionamiento. Todas las enfermedades son ácidas, y por tanto necesitan un ph ácido para desarrollarse, allí donde hay alcalinidad y oxígeno la enfermedad no puede existir” –Otto Warbürg, premio Nobel 1931–.

Si utilizamos el agua de mar a nivel externo, cuando entramos en contacto con el agua del mar, debemos recordar que, mediante osmosis, nuestra piel absorbe los elementos marinos; beneficiandonos de todas sus propiedades. Citamos a continuación algunas:

  • Debido a su densidad facilita la relajación muscular.
  • Mejora la capacidad respiratoria.
  • Ayuda en la eliminación de toxinas.
  • Mejora la circulación sanguínea debido a la presión.
  • Por su alto contenido en sodio es de gran ayuda en la recuperación muscular.
  • Al sumergirnos en el agua somos más ligeros, por lo que el esfuerzo del corazón es menor.
  • Alivia dolores reumáticos y musculares.
  • Especialmente indicados los baños en el mar si se padece psoriasis.
  • Su alto contenido en magnesio es muy efectivo para ayudar a calmar la ansiedad.
  • Revitaliza los tejidos.
  • Equilibra y retrasa el envejecimiento de la piel.
  • Higiene personal: desde siempre se ha conocido las propiedades cicatrizantes y antisépticas del agua de mar, de ahí su uso para la limpieza bucal, nasal y ocular, gárgaras, cataplasmas y desinfección de heridas.

Si utilizamos el agua de mar internamente, en primer lugar hemos de elegir si  la tomaremos hipertónica (sin rebajar) o isotónica (rebajada en la proporción de 3 partes de agua dulce por 1 de agua de mar). Para decidir esto conviene saber básicamente si se usara el agua de mar como purgante (laxante por tanto) o como nutriente.

En el primer caso, la mayor parte de las sales ingeridas, se pierden. Si tomamos  agua marina sin diluir, la concentración de sal en nuestro cuerpo se eleva tanto que los tejidos deberían liberar agua para que la concentración de sales volviera a 9 gramos por litro. Para beberla lo haremos en dosis pequeñas (30ml) y espaciadas durante el día. Mantendremos el agua de mar por unos instantes en la boca mezclándose con nuestra saliva, para que la misma vaya isotonizando el agua de mar; a continuación la tragaremos. La dosis máxima diaria recomendada es de 90ml.

En el segundo caso, diluiremos agua de mar con agua mineral , en la proporción de 3 partes de agua dulce por 1 de agua de mar. Se puede mezclar con zumo de limón. Obtendremos una bebida mineralizada y saludable, que aportara todos los minerales necesarios para alimentar a nuestras células, y especialmente recomendada para deportistas con el fin de recuperar los minerales perdidos durante el ejercicio.

Así, el agua de mar remineraliza el organismo, aportando los minerales cada vez más escasos en la dieta actual, además de, entre otros, todos estos beneficios: es reguladora del medio interno, nutriente celular, reconstituyente, estomacal y neutralizadora de acidez de estómago, mejora los síntomas de eccema y dermatitis, contribuye a evitar la deshidratación en casos de vómitos , diarreas y esfuerzos físicos , aporta el magnesio necesario para la buena salud osteoarticular…

 

Hay varios handicaps en el agua de mar si se utiliza  a nivel interno: Por una parte la contaminación de los mares, que nos impiden la toma directamente del agua marina, y por otra parte, que los minerales que hay en el agua de mar de por sí, se encuentran de una manera inorgánica, es decir no biodisponibles; para poder solucionar la absorción de minerales, es conveniente recurrir a un protocolo de captación, el cual se basa en la recogida  en alta mar, en lugares privilegiados por su alta estabilidad en la composición de minerales, sitios en donde las corrientes marinas mantienen el agua de mar limpia y con una salinidad constante, donde se forman torbellinos marinos llamados vórtex. Allí se forman grandes concentraciones de plancton, segunda cadena alimenticia de la Tierra, junto con las plantas, capaz de transformar, a través de un proceso llamado biocenosis marina, los elementos minerales no biodisponibles en elementos biodisponibles, es decir, totalmente asimilables por nuestro organismo. A continuación, el agua destinada al consumo es microfiltrada, esterilizada y envasada. A este respecto,  Ibiza y Formentera

Agua de Mar nos ofrece todas las garantías. Ibiza y Formentera Agua de Mar no utiliza en ninguna de sus etapas sustancias químicas, ni materiales que puedan alterar la composición original del agua de mar.